Un sujeto de crédito es una persona o entidad evaluada como apta para recibir un préstamo o financiamiento, basado en su historial financiero. ¡Lee más!
En el mundo financiero, un sujeto de crédito es una persona natural o jurídica que cumple con todas las condiciones que solicitan las instituciones financieras para ser calificado como candidato a productos crediticios, como préstamos y tarjetas de crédito. Para que una persona sea perfilada, debe demostrar que tiene la capacidad de cumplir con sus obligaciones financieras.
Por eso, en esta nota de Vivienda y Familia queremos mostrarte lo que necesitas para ser un sujeto de crédito, pero antes te contextualizaremos con mayor detalle en qué consiste, cómo saber si tienes la oportunidad de serlo y otros aspectos que te ayudarán a conseguir. ¡Sigue leyendo y acompáñanos!
Es una persona que se encuentra en condiciones de adquirir cualquier tipo de crédito que solicite a una institución financiera como, créditos personales, tarjeta de crédito, etc. De hecho, para comprenderlo mejor, el sujeto de crédito es aquel que tiene solvencia económica y puede comprobar el monto de sus ingresos, historial crediticio, calificación en Datacrédito, entre otras características.
Cabe aclarar que, en otras situaciones con solo ser trabajador del Gobierno, en el sector salud o docente, en colegios o universidades, también te hace el usuario indicado para adquirir un préstamo, únicamente debe ser revisada tu capacidad de pago, endeudamiento y el valor que necesitas.
- Consumidores: personas que solicitan créditos para necesidades personales, como compra de bienes de consumo, educación, salud, entre otros.
- Microempresarios: personas que dirigen pequeños negocios y requieren financiamiento para sus operaciones.
- Empresas: entidades comerciales, ya sean pequeñas, medianas o grandes, que buscan crédito para capital de trabajo, expansión, adquisición de activos, entre otros.
- Corporaciones y sociedades: entidades legales que pueden buscar financiamiento para proyectos específicos o necesidades operativas.
- Gobierno Nacional: puede solicitar créditos para financiar proyectos de infraestructura, programas sociales u otras necesidades fiscales.
- Gobiernos Locales: municipios, departamentos y otras entidades gubernamentales locales pueden requerir créditos para inversiones públicas.
- Cooperativas de ahorro y crédito: entidades cooperativas que ofrecen servicios financieros a sus socios, incluyendo créditos para diferentes propósitos.
Aunque consta de un proceso ser un sujeto de crédito, a continuación te compartiremos lo que debes considerar a la hora de acceder a algún tipo de préstamo. Queremos que estés lo suficientemente informado para que consigas lo que necesitas.
El promedio actual de edad que las instituciones financieras tienen en cuenta es de los jóvenes de 25 años, porque se considera que tienen una vida económica estable; sin embargo, existen personas que desde los 18 pueden aplicar a esto mientras haya una relación laboral vigente.
Para los usuarios de 60 años aún existe la posibilidad de que sean sujetos de crédito, pero algunos bancos establecen que sea de 54 años. Aunque, actualmente hay créditos que aplican en personas de 84 años.
Muchas entidades financieras verifican el tiempo de antigüedad que llevas en la compañía donde trabajas, en algunas ocasiones pueden solicitarte de 6 meses a 1 año por poco, para que recibas tu préstamo y seas un sujeto de crédito.
Dependiendo del tipo de crédito que vayas a solicitar, a través de los extractos de nómina, la institución podrá revisar si cumples con los requisitos para ser una persona con suficiencia crediticia. De esta forma, tienen en cuenta el monto que ganas y si aplica para que obtengas tu préstamo.
Es importante que si previamente ya has iniciado con tu vida financiera, estés al día en pagos y no tengas deudas pendientes, así será más fácil que te consideren un sujeto de crédito. Además, podrás pedir dentro de tus opciones créditos por libranza, de libre inversión, hipotecarios, educativos, etc.
Paga tus deudas a tiempo y cumple con tus obligaciones financieras. Un historial crediticio positivo aumentará tu calificación crediticia y tu capacidad para obtener mejores condiciones en futuros créditos.
Lleva un presupuesto detallado y asegúrate de vivir dentro de tus medios. Un buen control financiero demuestra responsabilidad y estabilidad a los prestamistas.
Tener múltiples fuentes de ingresos puede ser beneficioso para demostrar estabilidad financiera y capacidad de pago.
Un historial laboral estable puede mejorar tu posición como sujeto de crédito. Los prestamistas consideran la estabilidad laboral como un indicador de capacidad para cumplir con los pagos.
No solicites más crédito del que realmente necesitas. Mantén un equilibrio entre tus ingresos y tus deudas para evitar situaciones de endeudamiento excesivo.
Revisa tu informe de crédito al menos una vez al año para detectar posibles errores o irregularidades. Corrige cualquier información incorrecta de inmediato.
Antes de firmar cualquier acuerdo de crédito, asegúrate de entender completamente los términos y condiciones. Conoce las tasas de interés, plazos de pago y otros detalles relevantes.
Si experimentas cambios significativos en tu situación financiera, como pérdida de empleo o problemas económicos, comunica estos cambios a tus acreedores antes de que se conviertan en problemas.
No olvides que mantener una buena reputación crediticia es un proceso continuo que requiere disciplina financiera. Siguiendo estos consejos, podrás mejorar tus posibilidades de ser un sujeto de crédito exitoso y acceder a mejores condiciones financieras en el futuro.
¿Fue de tu interés esta nota? En nuestro blog de familia te ofrecemos distintos temas que te resultarán útiles cuando quieras solicitar un crédito a alguna entidad financiera. Recuerda que puedes suscribirte para recibir las últimas novedades.